miércoles, 23 de abril de 2014

VELAS Y VIENTOS, VIENTOS Y VELAS (XLIV)

Hoy le toca a la humilde y modesta gaviota. Y llamo humilde y modesta porque es más familiar, más conocida. Más próxima y cercana.
Gaviota  es el nombre común que se aplica a todas las aves marinas primarias del género Larus, así como a las que pertenecen a los géneros similares Pagophila, Rhodostethia, Rissa, Creagrus, Gabianus y Xema, todos ellos incluidos en la familia láridas, del orden caradriformes en su grupo lariformes. Es de notar que de las 44 especies de gaviotas, 36 se agrupan en el género Larus, mientras que las 8 restantes se reparten entre los otros seis géneros mencionados.
Las gaviotas son las aves marinas más fáciles de observar y  más comunes en las costas europeas. Su tamaño es mediano, aunque existan algunas especies de grandes dimensiones como el gavión (Larus marinus) que mide 72 cm de longitud que tan solo, y otras pequeñas como la gaviota enana (Larus minutus) que tan solo alcanza los 27  cm. Tienen el cuerpo fusiforme, más robusto que el de los charranes, pagazas y fumerales que pertenecen a la misma familia; el cuello corto; el pico recto y ligeramente curvado en su extremo; las alas largas; las patas cortas con los dedos unidos por la membrana natatoria y la cola cuadrada o redondeada en la mayoría de las especies, exceptuando la gaviota de Sabine (Xema sabini) y el Creagrus furcatus de las islas Galápagos, que la tienen marcadamente ahorquillada y algunas otras especies que muestran dicha forma solo insinuada.



El plumaje es denso e impermeabilizado y  de un colorido muy semejante en todas las especies: blanco en las partes inferiores y obscuro en las superiores; el color del manto es gris o pardo, llegando al negro en el gavión. Una especie extremadamente ártica, la Pagophila ebúrnea, posee el plumaje blanco por completo, como los bancos de hielo de las desoladas regiones que habita y otra gaviota también muy septentrional, la hermosa Rhodostethia rosea, tiene las partes inferiores, parte de las superiores y la cola, teñidas de rosado. Muchas especies poseen un plumaje de verano y otro de invierno, bastante diferenciados.
El color de las patas varía entre el negro, el rojizo, el amarillo, el verdoso o el gris y el de los picos oscila entre estos mismos  colores, puros o combinados. Las jóvenes tienen el plumaje moteado de gris o pardusco y en algunas especies tardan tres o cuatro años en adquirir el manto de los adultos.
Las gaviotas son aves de evolución marina y como tales parece que deberían hallarse vinculadas únicamente al agua salada; sin embargo, varias especies anidan en los grandes lagos del interior y aparecen temporalmente en el litoral, como sucede, por ejemplo, con una gaviota suramericana, la especie Larus serranus, que anida en el lago Titicaca y en otros lagos andinos a  4000 m sobre el nivel del mar, e inverna en la costa. En nuestra Península, podemos observar a la gaviota reidora común, Larus ridibundus, a orillas de ríos y estanques a cientos de kilómetros del litoral, particularmente en invierno, y en sus migraciones recorren grandes distancias sobrevolando tierra firme.
Los lugares característicos de las gaviotas son las playas, puertos y estuarios de los ríos, faltando en alta mar, con la señalada excepción de la gaviota tridáctila (Rissa tridactyla) que es claramente pelágica, hallándosela en pleno océano Atlántico; también frecuenta el alta mar la gaviota de Audouin (Larus audouinii), rara e interesante especie, confinada en el Mediterráneo, en cuyas islas anida.
Se alimentan de restos orgánicos que flotan sobre las aguas o que las olas arrojan a las playas y también de moluscos, gusanos e insectos, particularmente las especies que frecuentan el interior. Las grandes especies son rapaces y destruyen los nidos de otras aves marinas. Generalmente buscan el alimento en bandadas que recorren las zonas costeras con su vuelo seguro, ligero y diestro, a menudo sin batir las alas durante largos intervalos. Su voz es un grito agudo y muy peculiar. Se posan en el agua pero no acostumbran a zambullirse.
Anidan en colonias en los islotes, arrecifes y playas arenosas, construyendo un rudimentario nido donde depositan sus huevos moteados, en números de dos a cuatro por término medio.
Las gaviotas abundan en el hemisferio norte, donde anidan 29 especies de las 44 existentes y son las aves marinas más conocidas por el común de las gentes. Hemos dicho ya que algunas especies viven en las regiones árticas, entre ellas la ya mencionada Pagophila eburnea, que ha sido hallada en el mar polar, a los 85º N, latitud jamás alcanzada por otra ave.
Las gaviotas reciben en Hispanoamérica diversos nombres, entre ellos los de gaviotín, gagüil, palometa, gallego, pardela, etc. aplicados a todas o solo a determinadas especies.

El nombre de gaviota, se aplica también incorrectamente y por extensión, a otras aves marinas pertenecientes a diversos géneros y familias. Así, en las Antillas se aplica a los charranes, fumareles y pagazas; en Puerto Rico también a las aves del Trópico; en Argentina y Chile a los págalos, etc.

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