martes, 25 de enero de 2011

VOLVER

Como decía aquella canción mejicana de hace años quiero volver, volver, volveeer...
Sí, soy como el Guadiana: aparezco y desaparezco. O como el Manzanares: un aprendiz de río. Como dijo Ortega yo soy yo y mi circunstancia. Como digo yo, yo soy yo y mi situación. estado, tesitura, escenario, contexto, coyuntura, ocasión, condición...  
Como dijo el autor de la  “Filosofía de la razón vital”  el ser del hombre consiste en este hacer, es decir, el hombre es historia. El  hacer humano se lleva a cabo en un ambiente o alrededor, que Ortega llama la circunstancia. Hay una viva conexión entre estos dos componentes, de tal manera, que no pueden subsistir separados. Esta circunstancia comprende también mi pasado y el ámbito de posibilidades que éste permite, o sea, el futuro. Todo conocimiento, como toda acción, por estar inscritos en esta circunstancia implican una perspectiva.
La realidad de la vida , con su temporalidad y su libertad escapan al conocimiento de la razón entendida como facultad de lo abstracto, cuyo modelo es la Geometría. Debemos acudir a otra razón: la vital, histórica, que trata de modelar su actividad en otras conexiones más tenues y variaciones sutiles, como son los procesos de la vida.
La razón vital es descriptiva, armónica en su ritmo y proceder, con el curso que describe. La razón debe volver a la teoría, la contemplación, porque no podemos olvidar que antes del análisis y  la deducción, la razón debe disponer de unos últimos elementos, cuyo contenido sólo puede intuir y que son irreductibles al análisis.
No sé si me explico... Hasta pronto.