martes, 19 de febrero de 2013

VELAS Y VIENTOS, VIENTOS Y VELAS (XI)


No quisiera caer en tautologías ni en pleonasmos, es decir, en prolijidades y redundancias, pero sí quiero explayarme, extenderme un poco más, con los vocablos y lof.
En Navegación y Maniobras, antiguamente, el primer vocablo -- era orzada, acción de orzar. En ocasiones también solía usarse como imperativo y entonces se pronunciaba con f final. Por ejemplo, se decía ¡lof! ¡lof! por ¡orza! ¡orza! En los demás casos o siempre que entraba en frases, dejaba de añadírsele la f. Así, ¡no venir más de ló! (¡no orzar más!). Son frases marineras: ¡Meter de ló!, antiguamente, orzar. ¡Todo de ló! Orzar todo u orzar a la banda. ¡Aguzar de ló! Antiguamente, según unos, ceñir o puntear el viento, y según otros, orzar demasiado o trincar.
En cuanto a la segunda voz –lof- puedo decir que en Arquitectura Naval y Maniobras es cuadra, en su acepción de sitio exterior del costado en que la manga del buque es la cuarta parte de su longitud, ya se cuente desde proa o desde popa, y también en la de cuaderna cuadra o redel de popa o proa. Además, también, asimismo, es el punto en que coinciden la cuadra y la amura del buque, o más bien ésta y cualquiera otra cosa relativa al movimiento de orzada o acción de orzar. Virar lof por lof, antiguamente, era virar por redondo.
Y ahora le tocaría el turno a los tablones y forros pero son palabras más humildes, más modestas, menos sonoras o sonables. Más pobres, poco atractivas. Voy a escoger unas pocas. Por ejemplo contracostado o embono. El embono o contracostado es el forro de tablones con que se embona un buque. ¿Y qué es embonar? se preguntarán algunos. Pues embonar es eso: forrar exteriormente con tablones el casco de un buque. ¡Anda! En el primer párrafo decía que no quería caer en redundancias. Pues me temo que no solo he caído sino también derrumbado y desplomado...




Otro ejemplo: trancanil. ¿Qué es el trancanil? El trancanil (en francés antiguo, traquenin; en italiano, trinquenin), es la serie de maderos tendidos desde la proa a la popa por ambas bandas, que forman la primera plancha del costado de la cubierta, o, también, pieza que une las cabezas de los baos de las distintas cubiertas con las cuadernas. El trancanil toma el nombre de la cubierta o superestructura donde va situado; así se dice: Trancanil de la cubierta de paseo, de la cubierta principal, del puente, de la toldilla, etc. ¿Y el sobretrancanil? En los buques de madera es la primera hilada interior de tablones situada encima del trancanil y que suele ser algo más gruesa que las tablas del entrepuente. Y, por último, el contratrancanil. El contratrancanil es la hilada o traca de tablones más gruesos que los otros de cubierta, entre el trancanil y el forro de aquélla. ¿Queda claro? Yo, diría que sí... ¿O no?
Me parece un poco corta esta entrega. ¿Qué me podría servir de henchimiento? (Henchimiento, en Arquitectura Naval, es la pieza de madera con que se rellena el hueco de otra pieza principal). Habrá que acudir a la(s) página(s) de la memoria...



Entre los navegantes, celaje es cualquier clase de nubes. Celajes son nubes muy tenues de vivos y variados colores que forman figuras caprichosas; suelen verse en las puestas de sol de los trópicos. Son frases marineras: Agarrarse a un celaje que quiere decir tener recursos para salir bien de una coyuntura difícil o aprovechar todas las ocasiones. Ser un celaje o ir como un celaje quiere decir ser vivo, rápido. Mascar celajes significa estar en la indigencia, no tener que comer. Celajería es el conjunto de nubes o celajes. Según su forma, tamaño y situación, se dice celajería suelta o espesa, delgada o gruesa, clara u oscura, alta o baja, cargada o ligera. Romperse la celajería es dividirse, separarse las nubes. ¿Os ha gustado el henchimiento? Me alegro.
“Si fueras barco velero / contigo me casaría / pero como eres de guerra / temo a la artillería...”

martes, 5 de febrero de 2013

VELAS Y VIENTOS, VIENTOS Y VELAS (X)


El latín es, como decía don Fernando Lázaro Carreter, esa lengua que persiguen inmisericordes quienes planifican la ignorancia y la reparten con equidad. Ironía, sorna, sarcasmo... Puro ingenio ático el de don Fernando. Ático, del aticismo, no del último piso de una casa, claro...
Dicho lo cual y como lo prometido es deuda empezamos con las cuadernas y piezas curvas. Cuaderna es cada una de las parejas de costillas o ramas simétricas que forman el esqueleto del casco de un buque, siendo de perfil angular en los de construcción metálica y constituidas por la unión de piezas curvas en los de madera. A las cuadernas se aplica el forro que forma el casco y resisten las presiones y reacciones sobre el mismo. Las cuadernas laterales desempeñan el papel de puntales al sostener las superestructuras. El empuje lateral del agua y las cargas transmitidas por las cubiertas del buque disminuyen desde la quilla a la cubierta superior y, por tanto, los escantillones de las cuadernas pueden disminuirse de abajo hacia arriba.
Las cuadernas en los buques de madera están constituidas por varias piezas curvas fuertemente unidas. Suelen montarse por grupos de dos, siendo la separación aproximadamente igual al ancho de una cuaderna. El espesor de las cuadernas aumenta desde la cubierta hasta la quilla. Las distintas piezas de estas cuadernas se llaman varenga, genoles, primeras, segundas, etc., ligazones, y reveses o barraganetes.



Según la posición que ocupen en el sentido de proa a popa, se clasifican en: Cuadernas de armar o de armazón. Las situadas en el centro del buque, es decir, la totalidad de las cuadernas a excepción de las comprendidas entre los finos de proa y popa; estas cuadernas están colocadas perpendicularmente a la quilla; se llama espacio entre dos cuadernas a la distancia entre el centro de una cuaderna y el de la siguiente, incluyendo por lo tanto el espacio intermedio comprendido entre ambas. Cuadernas reviradas o de reviro son las de los finos de proa y de popa; se llaman reviradas debido a su pronunciada curvatura; la parte inferior va unida a los dormidos de proa y popa, con pernos a través del dormido, y están inclinadas con relación a la quilla; en los finos de proa y popa la separación entre las cuadernas es menor e incluso en algunas embarcaciones no existe, yendo a continuación una de otras, como sucede en los barcos de proa lanzada. Apóstoles son piezas paralelas a la roda y contrarroda colocadas a ambas partes de éstas, que completan el costillaje del buque que no sale de la quilla; sirven además para afirmar las del bauprés a la proa; casi siempre el número de apóstoles es dos. Espaldones son piezas de madera comprendidas entre los apóstoles y las cuadernas de reviro; se unen a la primera cuaderna de reviro de proa; los que coinciden con el escobén reciben el nombre de espaldones de escobén. Aleta es la última cuaderna de reviro de popa, que limita el buque en su parte posterior con los yugos, que se apoyan en la aleta y en el codaste. Cuaderna maestra es la mayor y más saliente del centro. Algunos buques tienen dos, una por el centro de la quilla y la otra más a proa. Armar y escorar las cuadernas es colocar las de armazón en sus respectivos sitios, para envagrarlas y formar las plantillas de las intermedias. También se arman de antemano en tierra para cigüeñarlas. Macizar las cuadernas es rellenar los huecos entre ellas con otros maderos curvos. Cuadernas de lof o de cuadratura son las que se ponen a proa y a popa, a cierta distancia de la cuaderna principal o maestra. Cuaderna de henchimiento o de intermediar son las que se acomodan en los huecos que hay de una a otra de las de armar. Cuadernas de popa son las últimas por esta parte. Cuadernas inclinadas o levantadas es lo mismo que cuadernas reviradas. Cuadernas apostadas son las de armar, llamadas impropiamente por algunos cuadernas maestras por considerarlas así con respecto a las intermedias.
El término lof o merece un punto y aparte en otra ocasión. En la entrega XI, por ejemplo. Nos vemos.