martes, 19 de noviembre de 2013

VELAS Y VIENTOS, VIENTOS Y VELAS (XXXIV)

Vela es la pieza o conjunto de piezas cosidas de lona o lienzo fuerte, que se sujeta a una entena, palo, pico o estay, según la clase para recibir el viento y poner en marcha un buque o embarcación, así como para hacerlo evolucionar. Tomando la parte por el todo, el  buque mismo provisto de velas. En sentido colectivo o usando del singular por el plural, el velamen o conjunto de velas, total o parcial, que se lleva mareado. Así se dice que “se lleva mucha o poca vela”. La disposición  o situación misma en que la vela ejerce su esfuerzo cuando el viento incide sobre ella en debida forma y de ahí que el modo adverbial muy común  “¡En vela!” con que se manda o marear o no ceñir tanto, es absolutamente equivalente o idéntico al de “¡En viento!”. Un buque sobresaliente en vela es sobresaliente en andar o de buena marcha. Los buques iguales en vela son los de una misma marcha o igualmente veleros. La diferencia de vela es, refiriéndose a un buque, diferencia de andar. Vela de abanico o de concha es la que tiene los paños cortados al sesgo y cosidos de modo que cada uno disminuye  de ancho hacia al puño donde se reúnen todos; se usaba este corte en algunos foques y velas de cuchillo. Vela en saco es la denominación que recibe aquella que tiene unidos todos los paños, pero todavía sin las vainas, refuerzos, relingas, etc. La vela envainada es la que tiene hechas las vainas y se encuentra a punto de coser las relingas. Vela espigada es la latina con el puño alto formando un ángulo muy agudo. La vela de cola de pato es la que tiene en el pujamen una curva hacia fuera. La faldona es la que por defecto de corte resulta demasiado larga. La sobrancera es la que es demasiado larga o ancha. La maestra es la que se largaba en el palo mayor de los buques latinos, y también se daba este nombre en plural a las velas mayores. La menuda es la de cotonía o vitre que sólo se largaba con vientos bonancibles, como ocurría con las alas, rastreras, sobrejuanetes, monterillas, etc. Vela alta es toda vela que quede por encima de otra, o sea con el pujamen por encima del grátil o pena de otra. La baja es toda inferior a las gavias, o sea, la primera a partir de la cubierta, como con en los barcos de cruz, el trinquete, la mayor, la cangreja y el contrafoque.

Velas mayores: en los buques de tres palos, el trinquete, la mayor y la mesana. Las seis principales eran la mayor, trinquete, mesana y las tres gavias. Las cuatro principales eran la mayor, el trinquete, la gavia y el velacho. Las tres principales la mayor, trinquete y mesana. Las dos principales la mayor y el trinquete. En este último caso también se denotaba lo mismo con sólo decir las principales o los papahigos, según se ve en la frase antes común de navegar con o sobre las principales, usada para indicar que se navegaba con los papahígos. Vela tormentosa es la que por su situación u otras circunstancias hace trabajar mucho al buque, al palo, etc. Vela de pocos vientos es el calificativo dado por algunos a la sobremesana y a cualquier vela que por su situación o características no es portable con todos los vientos , o cuyo manejo no ofrezca cuidado en toda ocasión. Vela de agua es la que solía largarse en algunas embarcaciones debajo de la botavara con vientos bonancibles y largos. De fortuna, trinquete cuadro o redondo usado por las embarcaciones latinas al navegar en popa con vientos fuertes y que también se llama treo. La de batículo es la mesana pequeña o especie de cangreja que usaban los faluchos y otras embarcaciones latinas en un palo colocado muy a popa. Vela de capa o capeo y vela de correr es la de tamaño, forma y resistencia necesaria para estos casos. Vela de humo es la vela o encerado, denominado guardahumo, que en ocasiones se colocaba por  la cara de proa del fogón de la chimenea, cuando el buque estaba aproado al viento, a fin de que el humo no fuera hacia popa.

Y por hoy creo que está bien; otro día, más.

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