martes, 18 de agosto de 2009

Do, re, mi, fa ...


No soy un melómano. Ni un musicógrafo. Ni un musicólogo. Pero sí tengo que confesar que el “ruido” que menos me molesta es la música clásica. (Abro paréntesis: en sentido estricto, clásica se refiere sólo a la que corresponde al período que se inicia con Haydn y concluye más o menos con Mendelssohn. Cierro paréntesis). Desde la A de Albéniz hasta la K de Kodály; desde la L de Lalo hasta la Z de Zandonai. Decenas de compositores. Alguien dijo: “La Música es la fragancia del Universo.” Fragancia: aroma, perfume, esencia, efluvio, olor... Mi pobre imaginación, mi paupérrima creatividad, me inspiró, como un sueño de una noche de verano, esta fantasía:
La Orquesta de Cámara Gobierno de España lleva una larga temporada, más de un año, interpretando el cuarteto núm. 19, en do mayor, K 465, de Mozart, conocido por el Cuarteto de las disonancias, formado por cuatro movimientos: un adagio-allegro, un andante cantabile, un minuetto y un allegro molto. Términos como obbligato y ostinato, intercambiables entre música y política, son conocidos hasta por los profanos, como es mi caso. El primer término, “obligado”, ha tomado también, en la práctica, y a partir del siglo XIX, el sentido opuesto; es decir, designa, a veces, una parte de acompañamiento que puede ser omitida si se desea... De este modo, en esta última acepción, el término obbligato sería sinónimo de ad libitum. El segundo término, ostinato, es el nombre que se da a un pasaje en el que un instrumento o más del conjunto insisten constantemente en la misma o parecida nota (nota pedal) o ritmo; no nos olvidemos que la altura, la intensidad y el timbre son los tres parámetros del sonido musical.
Otra de las obras de su repertorio, que a la Orquesta le gusta mucho ejecutar, es Kindertotenlieder (Canciones para los niños muertos), de Mahler. Los cinco poemas explican de un modo deslavazado una triste historia, la de unos padres que pierden a sus hijos. En la primera canción, (“Ahora se marcharán mis hijos”), se produce la premonición de la muerte. En la segunda, (“Ahora sí veo”), se produce, también, una extraña premonición de la muerte de los niños: los ojos de éstos brillan, pero ya no son ojos, son estrellas que lucen en el cielo... En la tercera canción, (“Cuando tu madrecita”), es un diálogo de los padres de los hijos recordando cuando vivían. La cuarta, (“A menudo pienso: sólo han salido un rato”). Y la quinta (“Con ese tiempo”) es la autoacusación que se manifiesta en todo momento por haber dejado salir a los niños en el día fatídico. La segunda parte de esta melodía adopta el tono sereno de una pieza de Bach, un verdadero réquiem por el descanso de los pequeños...
“La verdad es que cada quien escribe como puede, pues lo más difícil de este oficio azaroso no es el manejo de sus instrumentos, sino el acierto con que se ponga una letra después de la otra.”

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes que aficionarte a la música Heavy...dicen los entendidos que es el género moderno más parecido a la música clásica. Dile a Moncho que te ponga un video de Metallica con la Orquesta Sinfónica de San Francisco, por ejemplo, "Nothing else matters"

Anónimo dijo...

...por cierto me gustó mucho la "sentencia" con la que finalizaste el post.

Jesús Sueiro Sueiro dijo...

La "fiesta" está en decadencia. La de los toros, me refiero. ¿Por qué afirmo esto? Porque ya no saltan "espontáneos" a la arena, al albero.Ya nadie quiere salir a la palestra. Otra metáfora. Palestra, de todos es conocido, es el sitio o paraje en que se celebran ejercicios literarios públicos o se discute o controvierte sobre cualquier asunto. ¿Todo fue flor de un día? ¿Y Jessica, por ejemplo, dónde está? ¡Qué pena, tanto como a mí me gustan las polémicas...! Yo, que quería emular las heroicidades, el paso honroso, de Suero de Quiñones, en las proximidades del puente del río Órbigo, hasta que lograra romper trescientas lanzas, por lo menos... Entre ellas la del alemán llamado Micer Arnaldo de la Floresta Bermeja, que ya es llamarse...
Bueno, pues, paciencia y a barajar...

Anónimo dijo...

Oiga viejo!!! Que la gente no deje comentarios no quiere decir que no lean tus cartas. Yo conozco a una "tipa" que anda mucho con un hijo tuyo que te sigue y le gusta mucho como escribes...

Suso dijo...

Yo no creo que la "fiesta esté en decandencia", como tu dices. Lo que pasa es que saltar al ruedo, habiendo dentro un "maestro" tan bueno, un peazo torero, un diestro tan magnánimo como tu, la verdad es que "acojona" un poco (y perdón por la expresión); si lo prefieres diré que impone bastante (a mi me pasa).

De todas formas estoy de acuerdo con Miguel, que no haya comentarios no quiere decir que no se lean tus artículos, papan.

Saludos a todos

Moncho dijo...

A mi me pasa lo que a Suso, ya que es dificil comentar algo y estar a la altura de las maneras de escribir de este señor de pelo blanco. Deciros también que para entender lo que él escribe, debeis profundizar mucho en el texto para sacar el significado, en este caso de cada metáfora músico-literaria: "Orquesta de cámara Gobierno de españa", "Cuarteto de las disonancias", "Canciones para los niños muertos".

Jesús Sueiro Sueiro dijo...

He leído, con cierta satisfacción, el comentario de una persona que quiere guardar el anonimato, por ahora, supongo,ya que algún día nos la presentarán,doy por sentado,y que, intuyo, no es una chica de Almuñécar, sino que es una lilaina y una "tipa" peligrosa.(Es broma, claro). Gracias por tus palabras y ya nos veremos algún día ¿no?

Almu dijo...

Claro que si, y yo también lo espero, dos "tipos" criados en Carlos Casas se tienen que caer bien, un saludo.

EVA dijo...

¡El maravilloso mundo de Internet!
Almudena, querida, resulta que a mi, en su día, se me abordó detrás de la Iglesia de Sanxenxo para hacer la presentación oficial, y ahora resulta qué los suegros y las nueras se presentan en un Blog. "Esto nos tempos da miña abuela non pasaba"
Y querido suegro, como estamos comprobando, todos están tomando mi ejemplo de "caladiña" y simplemente nos estamos limitando a escuchar (en este caso leer) sin entrar en la conversación, pero eso no significa que no estemos presentes en la esquina de la mesa escuchando atentamente.
Un biquiño

Miguel dijo...

jajaja!!! q wueno!!! cuñaaaaaaá!!!!

Jesús Sueiro Sueiro dijo...

Eva María:Las ciencias adelantan que es una barbaridad, como se canta en una zarzuela. Todo cambia, menos, precisamente, ese principio. ¡Qué tiempos! ¡Qué costumbres! Yo, que soy conservador en unas cosas, soy progresista en otras: soy ecléctico; procuro reunir y conciliar las mejores doctrinas de los diversos sistemas. Y es que tu suegro te es así, miña filla... ¡Qué le vamos a hacer! (Me encantan estas charlas que me recuerdan los teletipos telegráficos de otros tiempos; a veces las máquinas son más humanas que algunos humanos).

Jose Q. dijo...

Las disonancias en la música clásica, excepto las provocadas por errores del músico, son premeditadas y suelen tratarse de "tensiones armónicas" que ha querido realizar el autor, insertando notas a punto de caerse de la armonía del tema, pero que no están fuera de la misma. La Orquesta de Cámara a la que hace referencia, no es una orquesta clásica al uso, sino que la mayoría de los músicos que la forman proceden del mundo del Jazz, lo que deduzco por la constante improvisación de la que hacen gala en la ejecución de las obras que interpretan, característica fundamental del Jazz y el Blues y casi inexistente en el ámbito de la música clásica. Leí en una ocasión unas palabras de Eric Clapton, en las que decía algo como que la improvisación total no existe, por que requiere de conocimientos del hábitat armónico por donde deben moverse las notas improvisadas, y que a veces se trata de patrones muy ensayados a los que cambiamos la tonalidad, dependiendo del acorde sobre el que estemos tocando. Creo que el problema concreto de esa Orquesta es que, en algunas hojas de la partitura las notas se han difuminado con el tiempo y son ilegibles, lo que obliga a los músicos a improvisar, en unas ocasiones utilizando patrones establecidos ya ensayados que casan con la armonía de la pieza, pero en otras buscando tensiones armónicas que acaban por salirse de la misma, lo que llamamos coloquialmente “desafinar”. Tengo que decir algo a favor de la Orquesta, y es que la obra escrita en la partitura que les ha tocado interpretar, es muy compleja hasta para el músico más cualificado. En ocasiones, y ahora habló de la música moderna, se adapta la partitura a las condiciones del músico, sustituyendo los pasajes más complicados por otros armónicamente iguales pero más sencillos en su ejecución, en este caso no es posible, ya que la pieza que interpretan no admite modificaciones. La solución pasa (si no mejoran las interpretaciones o cambian el repertorio), por la sustitución de algunos músicos, el director o la totalidad de la Orquesta, siempre que el respetable así lo decida. Y ese, es el dato positivo, que el público es soberano.

Jesús Sueiro dijo...

Hace pocos días escribí un artículo, vamos a llamarlo así, cuyo tema era de música clásica, de lenguaje más críptico que crítico y más esotérico que exotérico, porque a mí me gusta lo difícil (toda noticia que cuesta, es más estimada y gustosa, según un clásico español) y porque creo –como Gracián, por cierto- que la facilidad es ramo de la vulgaridad. En él había unos niveles de significación, por llamarlos de alguna manera, pero Jose Q., perspicaz y clarividente, descubrió la sutileza del escrito y contestó con parecida intencionalidad y similar estilo. Le felicito por sus vastos, no bastos, conocimientos musicales -yo soy un profano como ya advertía- y espero y deseo que podamos seguir intercambiando ideas y comentarios con cierta frecuencia. ¿Alguien asociaría la sinfonía “Los esclavos felices” de Arriaga a los sindicatos? Pues ahí queda la alusión...

Jesús Sueiro dijo...

Sandra: El que puede llegar a tener un problema, y bien gordo, con un joven del concello y arciprestazgo de Cotobade, más concretamente de la parroquia de San Pedro de Tenorio, soy yo. ¡Jajá, jejé y jijí! Ya ves que te sigo la broma, la chanza, la pulla. Pero no creo que la sangre llegue al río, mejor dicho, a los ríos, porque me parece que son dos los que trazan sus meandros por esas bellas tierras: el Lérez y el Tenorio, si no estoy mal informado. Por cierto, Tenorio también tiene sus “tetas de Viana” como las de Viaje a La Alcarria, de Cela: los montes Costa da Torre (527 m.) y Bouza (290 m.). Documentación, documentación y documentación...
Cambiando de tercio: ¿Tengo hechuras de periodista o no? ¿Tengo recursos literarios o no? La alusión, la mención al “eterno femenino” no está nada mal ¿verdad? Reconozco que no es para que me otorguen el Premio Pulitzer, pero, para mí, escribir chorradas en la Red, es un desahogo del alma. Recuerda: “La noble conversación es hija del discurso, madre del saber, desahogo del alma...” ¡Gran invento éste de Internet! Gran invento, sí señor...
Y termino. Por hoy, claro. Si en alguna ocasión, sin adiar, sin señalar o fijar día, ni mes, tienes veinte minutos holgados, me gustaría mostrarte el interior de mi “sanctasanctórum”, el piorno, y algunos recortes de prensa, cartas al director incluidas. No es una cosa del otro jueves, pero... ¡es mi “sanctasanctórum”! En sentido figurado, lo que para una persona es de singularísimo aprecio. ¡Porfa!

Anónimo dijo...

bueno, bueno.... estuve quince días de vacaciones y como se desmadró esto, eso sí, para bien, ya veo que se va incorporando gente nueva y como bien dice mi cuñadísima ¡como cambiaron los tiempos, lo que son los adelantos y la tecnología ¡ con lo bonito que fue luego el encuentro y en un sitio tan bonito como las capilla de La Lanzada, un día tan soleado...bueno que nos estamos desviando del tema... veo que este señor de pelo blanco como dice mi maridito, eso sí con un corazón veinteañero nos quiere dar guerra, y a los que tenemos taitantos años quiere despertarnos de este letargo en el que estamos, pues esto va por todos, a mi tambien me gusta leer pero prometo a partir de ahora que voy a contestar ( aunque me cueste a veces entender muchas cosas, para eso hay que leer mucho ) a las cartas y animo a todos a que lo hagan, va a arder Troya ¡¡¡¡

Jesús Sueiro Sueiro dijo...

¡Bienvenida, Mudita! Muditos famosos fueron uno de los enanitos de Blancanieves y uno de los hermanos Marx. Creo recordar que la lengua es movida por 17 (diecisiete) músculos; si teneis alguno averiado id al taller a que os lo cambien para poder meter baza de vez en cuando en los comentarios del blog, sino el señor canoso se va a enfadar y va a decir ¡centella!