martes, 5 de marzo de 2013

VELAS Y VIENTOS, VIENTOS Y VELAS (XII)


 “¡Muy graciosa es la doncella, / cómo es bella y hermosa! / Digas tú el marinero / que en las naves vivías, / si la nave o la vela o la estrella / es tan bella.”                             
Hay una palabra de origen portugués –serviola- que tiene dos acepciones o significados. Ahí va la primera o el primero. En las embarcaciones o antiguos buques de casco de madera, serviola era un grueso, robusto o fuerte pescante que salía de las bordas del castillo hacia fuera por una y otra banda, con tres cajeras y sus correspondientes roldanas de bronce, y una gran pasteca en cada lateral de popa, en unos buques, o en la de proa, en otros, para suspender las anclas desde que el arganeo (grillete o argolla montado en el extremo de la caña del ancla para unirle la cadena, cabo o cable) llegaba a la superficie del agua, a fin de ponerlas en su lugar cuando se fuese a largar el aparejo, o mantenerlas apeadas y prontas a dejarlas caer cuando fuera a dárseles fondo. En un tiempo era levadiza o de quita y pon, y servia para una y otra banda.



 Ahora la segunda o el segundo. Si para escribir La vida es sueño hay que estar muy despierto, y Calderón lo estuvo en esta obra, para ejercer o desempeñar el oficio de serviola de un velero también hay que estar desvelado y despejado, porque el serviola era el marinero que estaba de vigilante. Estar de serviola era, antes, hallarse un marinero de vigía cerca del pescante que tiene el mismo nombre. Hoy se aplica a todo el que tiene un cometido de vigilancia del horizonte, confín o lejanía (lontananza, como diría un italiano), cualquiera que sea el puesto del buque donde se halle.
Y, hablando de castillos (primer párrafo)... Castillo, en Arquitectura naval, es la estructura por encima de la cubierta superior, desde el trinquete o algo más a proa, hasta la roda. Th. Cano en su Arte para fabricar... naos (1611), dice: “Castillo: es un compartimiento en la proa desde la amura al árbol del trinquete, para abrigo de la gente”. Hoy, que abundan los buques de cubierta corrida,  se entiende también por castillo la parte de la cubierta superior, desde el trinquete o lugar que le correspondería de llevarlo, hasta la roda. Castillo de popa. Antiguamente se dio este nombre a la toldilla u otra estructura semejante. En el Diario de Colón, se lee: “Puesto que el almirante a las diez de la noche estando en el castillo de popa, vido (sic) lumbre”... (Primer viaje, 11 de octubre de 1492). ¡Castillo alerta! Voz al centinela del castillo de un buque para que conteste en prueba de que no se halla dormido ni ocurre novedad.
Th. Cano era Tomé Cano, marino español de los siglos XVI y XVII, nacido en las islas Canarias, del que hablaremos en la próxima entrega o fascículo. Os lo prometo. Palabra de viejo lobo de mar...
“Tú eres la mar / yo soy la arena / que ya no voy sola / que la mar me lleva...” 

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