miércoles, 9 de enero de 2013

VELAS Y VIENTOS, VIENTOS Y VELAS (VII)

Lo que el viento se llevó (Gone with the Wind)... Veréis. Os cuento: Tenía, yo,  un borrador, un bosquejo, un proyecto, y se fue con el viento. Tengo que averiguar qué viento fue el osado, el atrevido, y me va a oír. El esbozo, el esquema, desapareció de la pantallita. ¿Un virus? ¿Una bacteria? ¿Un germen? ¿Un microbio? ¡Una puñeta! Sí, se fue a hacer puñetas. “Mi unicornio azul / ayer se me perdió / no sé si se me fue, / no sé si se extravió, / y yo no tengo más que un unicornio azul... “
Bueno, ¿y de qué hablamos hoy? ¿De jarcias? Pues, venga, de jarcias. Jarcia, del bajo gr.  exartia, plural de exartion, y éste del verbo exartizo, equipar. Conjunto de aparejos y cabos de un buque; también se da este nombre a toda pieza entera de cabo: pieza de jarcia. La jarcia de un buque se divide en dos clases: jarcia firme o muerta y jarcia de labor. La jarcia firme la constituyen los cabos o alambres siempre fijos y que bien tensos sirven de sujeción a los palos, como barbiquejos, mostachos, vientos, frenillos, obenques, obenquillos, burdas, estayes, contraestayes y nervios. La jarcia de labor es la movible, y se emplea en aparejos, en bracear vergas, orientar y cargar velas, etc., como las drizas, para izar y arriar las vergas y algunas velas; bozas, que mantienen suspendidas las vergas mayores; trozas, destinadas a tener atracadas al palo las vergas mayores; a cada lado de las vergas mayores con el fin de evitar su traslación longitudinal durante los balances del buque; amantillos, que son aparejos entre los penoles de las vergas y lo palos, para cruzar aquéllas o embicarlas, y también en el penol de las botavaras para mantenerlas suspendidas a la altura deseada; brazas, para mover las vergas y tangones en el plano horizontal; contrabazas, usadas en las vergas mayores para bracearlas al máximo en la ceñida; racamentos, que unen las vergas de gavia a los masteleros respectivos, aunque dejándolas en libertad de correr a lo largo de éstos; rolines,  aparejos de balance de las gavias; cargaderas, que firmes en los penoles de las gavias, sirven para cargar aquéllas; ostas o aparejos que se emplean en orientar los picos de los cangrejos y cangrejas.


La jarcia se venía midiendo por su circunferencia  mena expresada en milímetros, mientras que la longitud lo es en metros; pero ahora, en particular la jarcia metálica, se acostumbra a medir ya por el diámetro. A bordo de los buques se conocen cuatro clases de jarcias: vegetal, de cuero, metálica y de fibras artificiales.
Entre las fibras vegetales más empleadas se encuentran el cáñamo (Cannabis sativa), procedente de la planta de este nombre. Los principales países cultivadores son Rusia e Italia, y en España goza de mucho aprecio el procedente de la vega de Granada. Las plantas deben se maceradas y secadas, procediendo luego a las operaciones de limpieza, rastrillado o peinado, selección en fibras de primera y segunda (los residuos constituyen la estopa, usada en calafatear) y, por último, al hilado.


 La jarcia de abacá se hace con fibras de la planta denominada científicamente Musa textilis, cultivada en Filipinas y otros países de Oceanía, y que vulgarmente también se conoce por manila. En Filipinas se cría, asimismo, el maguey o sisal, y el pacol o plátano silvestre. El sisal se distingue del abacá por su color más oscuro, fibras menos largas, limpias y resistentes; el pacol es inferior al sisal. La fibra de abacá produce una jarcia excelente , preferida a la de  cáñamo por su elasticidad y fuerza; además flota en el agua, pero su precio es más elevado y la duración menor.    
El yute, henequén y la pita abundan en la América central. El yute e más oscuro que el abacá, sus fibras también son más cortas y la humedad lo descompone, resultando una jarcia intermedia entre la de cáñamo y abacá. El henequén se halla comprendido entre el yute y el abacá, y la pita, de color más claro, hasta parecer cáñamo blanco y abacá tiene una resistencia de 1/10 la del cáñamo y no puede alquitranarse.  
La jarcia de coco, empleada en los grandes remolques, posee una flotabilidad superior a la del abacá, pero su resistencia no es tanta; viene a ser igual a la del cáñamo,  el peso una tercera parte el de éste. La palma o jarcia de fibras de palmera se usa en la pesca y en trabajos submarinos por no atacarla el agua ; su resistencia es 1/5 del cáñamo. El esparto solo se emplea por razones de su bajo precio en algunas embarcaciones de pesca y cabotaje, y en hacer defensas, pallets, etc.; resulta una jarcia ordinaria y muy poco resistente. También hay jarcia de lino y algodón.; la de algodón se utiliza en drizas de banderas, y en algunos yates, en pasamanos y escotas; el lino apenas si se usa.

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