sábado, 30 de enero de 2010

Hibernar


Hibernar, como todos sabéis, es pasar el invierno en estado de vida latente. La hibernación es el conjunto de fenómenos provocados en los seres vivos por la llegada de la estación fría, o de la estación seca, y que tiende a aislarlos del medio desfavorable. La hibernación natural (también hay la artificial, con fines terapéuticos), tiene tres aspectos principales: 1º El aislamiento o revestimiento, que separa al ser viviente de su medio. La marmota se encierra en su madriguera; el caracol segrega un epifragma; la salamandra busca los troncos de los árboles; los dipnoos (sic) se refugian en una secreción mucosa; las yemas de los árboles se recubren de cera; las partes aéreas de las plantas herbáceas desaparecen, y los mamíferos adquieren su pelaje de invierno. 2º La disminución del ritmo vital (sueño hibernal), con pérdida de agua por parte de los tejidos y gran descenso de la temperatura interior en los homeotermos. Los animales no se mueven, no comen, casi no respiran, viven de sus reservas de grasas; en las plantas, la circulación de savia se para y cesa el crecimiento. 3º La formación y aislamiento de los diásporos reproductores, tales como los huevos de insectos y arácnidos, los estatoblastos de los briozoos y los órganos subterráneos perennes de las plantas vivaces, etc, que se desarrollarán en primavera.
Los animales hibernantes son roedores: marmotas, lirones y ratas almizcleras; insectívoros: erizos; carnívoros: tejones y osos; quirópteros: algunos murciélagos. Pasan el sueño hibernal doblados sobre sí mismos, arrollados hasta formar una bola; caen en un sueño profundo, acompañado de un descenso de temperatura (hasta un grado), y disminución del ritmo respiratorio y circulatorio; la función nutritiva se reduce a la desasimilación de las grasas acumuladas durante el otoño.
Qué compleja es la vida ¿verdad? Existe un bípedo implume, que no aparece en ningún tratado taxonómico, ni siquiera en Systema naturae de Linneo, que también sufre su metamorfosis, cambio, transformación, conversión, transmutación, transfiguración o trueque... Vive en un hábitat o entorno adecuado durante seis meses, pero adverso en los otros seis... Su nido, nidal, ponedor o ponedero, solo reúne buenas condiciones desde abril a septiembre, pero desde octubre a marzo no es muy habitable. De ahí que su canto, canción, cantar, arrullo o gorjeo, no se oiga mucho hasta que la primavera y el verano reinen en el hemisferio norte o boreal.
Y es que los bípedos implumes, rara avis, te son muy suyos...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Félix Rodríguez de la Fuente "fliparía" con la complejidad de este bípedo

EVA dijo...

como la vida misma....

Suso dijo...

Creo que el bípedo ese (o tío raro como diría yo) podría hacer una migración a una zona o ambiente un poco más cálido en algún lugar cercano y desde allí realizar sus actividades cotidianas...
Si no es así, pues nada, a esperar ansiosos la primavera...

Eva Magallanes dijo...

¡Sí, que compleja! ¡y a la vez, tan frágil! Uf, que bueno sería que los humanos tuviesemos la posibilidad de hibernar... me habría encantado tener esa alternativa en unos cuantos momentos de mi vida y también mandaría a hibernación forzada a unos cuantos especímenes de la especie.
Un abrazo y gracias por tu presencia en La Cala.