“¡Muy graciosa es la doncella, / cómo es bella
y hermosa! / Digas tú el marinero / que en las naves vivías, / si la nave o la
vela o la estrella / es tan bella.”
Hay una palabra de origen portugués –serviola- que tiene dos acepciones o significados. Ahí va la
primera o el primero. En las embarcaciones o antiguos buques de casco de madera,
serviola era un grueso, robusto o fuerte pescante que salía de las bordas del
castillo hacia fuera por una y otra banda, con tres cajeras y sus
correspondientes roldanas de bronce, y una gran pasteca en cada lateral de
popa, en unos buques, o en la de proa, en otros, para suspender las anclas
desde que el arganeo (grillete o argolla montado en el extremo de la caña del
ancla para unirle la cadena, cabo o cable) llegaba a la superficie del agua, a
fin de ponerlas en su lugar cuando se fuese a largar el aparejo, o mantenerlas
apeadas y prontas a dejarlas caer cuando fuera a dárseles fondo. En un tiempo era
levadiza o de quita y pon, y servia para una y otra banda.
Ahora la segunda o el
segundo. Si para escribir La vida es
sueño hay que estar muy despierto, y Calderón lo estuvo en esta obra, para ejercer
o desempeñar el oficio de serviola de un velero también hay que estar desvelado
y despejado, porque el serviola era el marinero que estaba de vigilante. Estar
de serviola era, antes, hallarse un marinero de vigía cerca del pescante que
tiene el mismo nombre. Hoy se aplica a todo el que tiene un cometido de vigilancia
del horizonte, confín o lejanía (lontananza, como diría un italiano), cualquiera
que sea el puesto del buque donde se halle.
Y, hablando de castillos (primer párrafo)... Castillo, en
Arquitectura naval, es la estructura por encima de la cubierta superior, desde
el trinquete o algo más a proa, hasta la roda. Th. Cano en su Arte para fabricar... naos (1611), dice: “Castillo: es un
compartimiento en la proa desde la amura al árbol del trinquete, para abrigo de
la gente”. Hoy, que abundan los buques de cubierta corrida, se entiende también por castillo la parte de
la cubierta superior, desde el trinquete o lugar que le correspondería de
llevarlo, hasta la roda. Castillo de popa.
Antiguamente se dio este nombre a la toldilla
u otra estructura semejante. En el Diario
de Colón, se lee: “Puesto que el almirante a las diez de la noche estando en el
castillo de popa, vido (sic) lumbre”...
(Primer viaje, 11 de octubre de 1492). ¡Castillo
alerta! Voz al centinela del castillo de un buque para que conteste en
prueba de que no se halla dormido ni ocurre novedad.
Th. Cano era Tomé Cano, marino español de los siglos XVI y
XVII, nacido en las islas Canarias, del que hablaremos en la próxima entrega o
fascículo. Os lo prometo. Palabra de viejo lobo de mar...
“Tú eres la mar / yo soy la arena / que ya no voy sola / que
la mar me lleva...”
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