Velas … y vergas. La verga es la percha en
condiciones de girar alrededor de su centro y por la cara de proa del palo o
mastelero correspondiente, la cual sirve para fijar o envergar en ella una
vela. Las vergas reciben el nombre del palo o mastelero en que van, o de la
vela misma si es volante o de quita y pon, excepto la de mesana que cuando únicamente sirve para cazar la de
sobremesana, se llama gata o seca; algunos acostumbran a llamar verga de tope a la de sobremesana. Así,
los nombres de las vergas del palo trinquete (de abajo para arriba, y el mismo
orden se sigue en los demás palos), son de trinquete,
de velacho bajo, de velacho alto, de juanete de proa y de sobrejuanete
de proa. Las del palo mayor, son mayor,
de gavia baja, de gavia alta, de juanete mayor y de sobrejuanete
mayor. Y las del mesana: seca (si
lleva envergada vela, mesana), sobremesana, perico y sobreperico.
Cuando los juanetes son dobles, se diferencian como las gavias con los nombres
de alto y bajo, y antepuesta la denominación correspondiente, según el palo de
que se trate. La parte central de la verga, ochavada, se llama cruz; la porción circular tercio, y el extremo, penol.
Verga
de abanico es la percha que cruza diagonalmente una vela de
abanico para mantenerla desplegada; es la misma que en esta clase de aparejo se
denomina botavara. Verga de ala es aquélla en la que se
sujeta el grátil de un ala, total o
parcialmente; verga de cebadera es la
que atravesada en el bauprés y por debajo del tamborete, servía para largar la cebadera. Verga de sobrecebadera es otra semejante a la anterior y que se
empleaba en largar la vela de este nombre. Vergas mayores: en buques de tres
palos, la mayor, el trinquete y la seca, y en los de dos, las dos primeras. Las
de gavia son las que están cruzadas inmediatamente por encima de las mayores, y
que en los buques de tres palos son la de gavia, velacho y sobremesana, y en
los de dos, las dos primeras. Vergas de los masteleros de juanete son las que
van en esta parte de los palos.
Frases marineras: Vestir las vergas es guarnirles
los cabos y aparejos para su sujeción y orientación, así como para el envergado
de la vela correspondiente. Izar las vergas es subirlas hasta el punto en que
deban estar para largar las velas. Cruzar las vergas es ponerlas en la posición
denominada cruz. Embicar las vergas
es ponerlas formando un ángulo con la horizontal que pasa por su cruz, arriando
de un amantillo y cobrando del opuesto; en puerto, se hace en señal de luto.
Amantillar las vergas es cobrar de uno u otro amantillo lo que sea preciso para
dejarlas horizontales. Bracear las vergas es halar de las brazas de una u otra
banda para hacer girar las vergas horizontalmente hasta situarlas en el plano o
dirección que convenga, según el ángulo que hayan de formar con el viento. Pueden
bracearse a ceñir; en cruz; por redondo o a dos puños;
en contra, por delante o en facha; en viento y a la cuadra. Arranchar las vergas es bracearlas a ceñir mucho.
Perfilar las vergas es bracearlas al filo del viento. Abozar las vergas es
sujetarlas con bozas. Despenolar las vergas es partirlas por las cercanías del
penol, ya sea por descuido, mala maniobra u otra causa. Arriar las vergas es
bajarlas a cubierta u otro punto del palo, distinto de aquel en que suelen ir
cuando se llevan las velas largas.
Bracear es halar de las brazas por cualquiera de las
dos bandas con el fin de que las vergas giren horizontalmente hasta apuntar en
la dirección deseada. O medir con las brazas. Otras frases marineras: Bracear a
ceñir es halar de las brazas de sotavento cuanto permitan las jarcias de los
palos para orientar las vergas a la posición de bolina. Bracear a la cuadra es
mover horizontalmente las vergas para navegar con el viento de través o a la
cuadra. Bracear en contra, por delante o en facha es halar de las brazas de
todo el aparejo o de una parte del mismo hasta que las velas reciban el viento
por su cara de proa. Bracear en cruz, por redondo, o a dos puños es cobrar de
las brazas de barlovento hasta tener las vergas perpendiculares a la línea de
la quilla. Bracear en viento es halar de las brazas de sotavento de una vela en
facha o al filo del viento, con el propósito de que reciba éste por su cara de
popa. Bracear en caja es arrancar, en su primera acepción. También se bracean y meten todavía más en cajas las
vergas cuando se está en puerto con los masteleros calados.
Halar es tirar de un cabo o de otro objeto
cualquiera. Sus frases marineras son: ¡Hala avante! ¡Hala todo! Voces que da el
patrón de una embarcación para que los remeros boguen todos a una y así la
impulsen avante. ¡Hala babor, cía estribor! Orden de bogar a los remeros de una
banda y de ciar a los de la otra para que la embarcación vire. ¡Hala bolinas!
Orden de tirar de los cabos de este nombre. ¡Hala duro! Orden a los remeros
para que boguen con fuerza. ¡Hala estribor, cía babor! Al revés de ¡Hala babor,
cía estribor! ¡Hala remolque de babor! ¡Hala remolque de estribor! Órdenes de
tirar o cobrar del remolque indicado. Halar a besar es halar hasta juntar los
dos motones o cuadernales de un aparejo. Halar a entrepadas es halar a
estrechones o tirones. Halar a la leva es halar seguido. Halar a una
embarcación es ponerla en movimiento mediante un cabo halado desde el punto
hacia donde se la dirige. Halar avante. Halar bolina es halar el cabo de este
nombre para llevar la relinga de barlovento de una vela hacia proa cuando se
ciñe. Halar de los remos. Halar el alma es suspirar, desfallecer. Halar la
cangreja a barlovento. Halar por largo. Halar por los remos es hacer fuerza al
bogar. Halar remolques. Halar y cazar era, antiguamente, lo mismo que halar,
aunque propiamente el cazar es de las escotas.
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