Las velas se vienen clasificando tradicionalmente en
cuadriláteras y triangulares, aunque, según después indicaremos, hay algunas, en
particular de los yates, que no guardan semejanza con ninguno de estos
polígonos y es preciso considerarlas aparte. Las velas cuadriláteras se
subdividen en cuadrilongas, trapecias simétricas y trapezoides; las dos primeras se
denominan cuadras por su figura, o redondas,
porque se marean y bracean por redondo, y también de cruz, porque la forman con el palo en que se izan. Al grupo de
velas trapezoidales pertenecen las cangrejas
o cangrejos, velas de estay, escandalosas
y foques de cuatro puños. Son
triangulares las latinas, foques, velas de estay y escandalosas
de tres puños; en general, las velas envergadas en nervios en la dirección
del plano longitudinal del buque o en botavaras con el punto de giro en él, se
conocen por velas de cuchillo. Los
grandes veleros también usaron rastreras y alas
de velacho y juanete, en el palo trinquete, y alas de gavia y juanete,
en el mayor.
Las velas redondas van unidas a vergas y, como se ha
dicho, tienen cuatro lados: grátil,
el alto; pujamen, el bajo; , y caídas, los laterales. Y cuatro puños,
los dos altos, de empuñidura , y los
dos bajos, de escota. Los paños
corren verticalmente y llevan refuerzos, diagonales y fajas de rizos, según la
clase de vela.
En las cangrejas los lados se denominan: grátil, el alto, pujamen, el bajo, caída de
proa, el de proa, y baluma, el de
popa. Y sus cuatro puños: de amura,
el vértice del pujamen y la caída de proa; de
boca, el de la caída de proa y el grátil alto; de pena, el del grátil alto y la baluma, y de escota el de la baluma y el pujamen. Antes los paños de estas
velas iban dispuestos paralelamente a la baluma o caída de popa; ahora, por
razones de estabilidad de la forma y para darle los alunamientos a la baluma y
caída de proa, en particular de los yates, se disponen perpendicularmente a la
baluma, que suele tener convexidad hacia fuera y la cual se aguanta por medio
de sables (tablillas de madera o material plástico en la dirección de las
costuras y dentro de fundas cosidas a la vela).
Las velas Marconi
o bermudianas tienen tres lados: grátil
o caída
de proa, baluma o caída de popa y pujamen. Los tres puños se llaman: de amura, de pena y de escota. Los paños van perpendiculares
a la baluma y con sables en la forma dicha antes al tratar de la cangreja,
aunque el alunamiento o convexidad hacia fuera es mayor en las velas Marconi
que en las cangrejas. En el puño de pena o de driza va una llamada tabla de grátil, de madera, duraluminio
u otro metal ligero, que tiene por objeto ayudar a los sables a mantener plana
la parte de la baluma.
La nomenclatura de los lados y puños de los foques es
la misma indicada para las velas Marconi. En los foques antiguos, y así
continúan en algunos veleros mercantes, los paños iban paralelos a la baluma;
luego se acostumbró a ponerlos perpendiculares a ésta, y hoy, en los yates, el
tipo de foque que se considera superior es el de espineta, que tiene los paños perpendiculares al pujamen y a la
baluma, con una costura de unión en la bisectriz del puño de escota. Otro
método de corte de los foques es el angular
o escocés, introducido en 1825 por
Matthew Orr, con los paños paralelos a la baluma y al pujamen, y una costura de
unión en la bisectriz del puño de escota. El célebre yate norteamericano Ranger usó en 1937 un foque
cuadrilateral o con dos escotas, pero no ha tenido adeptos.
La forma de vela más antigua es la cuadra. La latina
es una vela típica del Mediterráneo y del mar Rojo, siendo curioso el hecho de
su expansión por todo el ámbito de influencia árabe; se dice que procede del
Nilo, pero es de notar que en el Pacífico y en el Índico los praos (sic) usan
otra vela triangular parecida a la latina, aunque con una percha o botavara en
el pujamen, y quizá de ella pudo derivarse la latina. En la época de los
grandes descubrimientos geográficos de portugueses y españoles, las carabelas y
naos tenían aparejos compuestos de velas cuadras y latinas, los cuales
continuaron en los navíos hasta mediados del siglo XVIII. En los referidos
buques del Medioevo se aumentaba la
superficie de la mayor con bonetas o anchas fajas, cayendo en desuso cuando se
generalizaron los rizos. A comienzos del siglo XVII aparecen las velas
denominadas rastreras, que
suspendidas de un botalón aumentaban el área del trinquete, y a fines del
mismo, las alas de gavia, velacho y juanete. (Continuará)
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