martes, 26 de noviembre de 2013

VELAS Y VIENTOS, VIENTOS Y VELAS (XXXVI)

Las velas se vienen clasificando tradicionalmente en cuadriláteras y triangulares, aunque, según después indicaremos, hay algunas, en particular de los yates, que no guardan semejanza con ninguno de estos polígonos y es preciso considerarlas aparte. Las velas cuadriláteras se subdividen en cuadrilongas, trapecias  simétricas y trapezoides; las dos primeras se denominan cuadras por su figura, o redondas, porque se marean y bracean por redondo, y también de cruz, porque la forman con el palo en que se izan. Al grupo de velas trapezoidales pertenecen las cangrejas o cangrejos, velas de estay, escandalosas y foques de cuatro puños. Son triangulares las latinas, foques, velas de estay y escandalosas de tres puños; en general, las velas envergadas en nervios en la dirección del plano longitudinal del buque o en botavaras con el punto de giro en él, se conocen por velas de cuchillo. Los grandes veleros también usaron rastreras  y alas de velacho y juanete, en el palo trinquete, y alas de gavia y juanete, en el mayor.
Las velas redondas van unidas a vergas y, como se ha dicho, tienen cuatro lados: grátil, el alto; pujamen, el bajo; , y caídas, los laterales. Y cuatro puños, los dos altos, de empuñidura , y los dos bajos, de escota. Los paños corren verticalmente y llevan refuerzos, diagonales y fajas de rizos, según la clase de vela.
En las cangrejas los lados se denominan: grátil, el alto, pujamen, el bajo, caída de proa, el de proa, y baluma, el de popa. Y sus cuatro puños: de amura, el vértice del pujamen y la caída de proa; de boca, el de la caída de proa y el grátil alto; de pena, el del grátil alto y la baluma, y de escota el de la baluma y el pujamen. Antes los paños de estas velas iban dispuestos paralelamente a la baluma o caída de popa; ahora, por razones de estabilidad de la forma y para darle los alunamientos a la baluma y caída de proa, en particular de los yates, se disponen perpendicularmente a la baluma, que suele tener convexidad hacia fuera y la cual se aguanta por medio de sables (tablillas de madera o material plástico en la dirección de las costuras y dentro de fundas cosidas a la vela).
Las velas Marconi o bermudianas tienen tres lados: grátilcaída de proa, baluma o caída de popa y pujamen. Los tres puños se llaman: de amura, de pena y de escota. Los paños van perpendiculares a la baluma y con sables en la forma dicha antes al tratar de la cangreja, aunque el alunamiento o convexidad hacia fuera es mayor en las velas Marconi que en las cangrejas. En el puño de pena o de driza va una llamada tabla de grátil, de madera, duraluminio u otro metal ligero, que tiene por objeto ayudar a los sables a mantener plana la parte de la baluma.    
La nomenclatura de los lados y puños de los foques es la misma indicada para las velas Marconi. En los foques antiguos, y así continúan en algunos veleros mercantes, los paños iban paralelos a la baluma; luego se acostumbró a ponerlos perpendiculares a ésta, y hoy, en los yates, el tipo de foque que se considera superior es el de espineta, que tiene los paños perpendiculares al pujamen y a la baluma, con una costura de unión en la bisectriz del puño de escota. Otro método de corte de los foques es el angular o escocés, introducido en 1825 por Matthew Orr, con los paños paralelos a la baluma y al pujamen, y una costura de unión en la bisectriz del puño de escota. El célebre yate norteamericano Ranger usó en 1937 un foque cuadrilateral o con dos escotas, pero no ha tenido adeptos.
La forma de vela más antigua es la cuadra. La latina es una vela típica del Mediterráneo y del mar Rojo, siendo curioso el hecho de su expansión por todo el ámbito de influencia árabe; se dice que procede del Nilo, pero es de notar que en el Pacífico y en el Índico los praos (sic) usan otra vela triangular parecida a la latina, aunque con una percha o botavara en el pujamen, y quizá de ella pudo derivarse la latina. En la época de los grandes descubrimientos geográficos de portugueses y españoles, las carabelas y naos tenían aparejos compuestos de velas cuadras y latinas, los cuales continuaron en los navíos hasta mediados del siglo XVIII. En los referidos buques del Medioevo  se aumentaba la superficie de la mayor con bonetas o anchas fajas, cayendo en desuso cuando se generalizaron los rizos. A comienzos del siglo XVII aparecen las velas denominadas rastreras, que suspendidas de un botalón aumentaban el área del trinquete, y a fines del mismo, las alas de gavia, velacho y juanete.   (Continuará)

No hay comentarios: